«La Agenda del Agua»
Por Rafael Palacios, Vicepresidente Ejecutivo de ACADES
La Tercera

El día Mundial del Agua, las ministras de Medio Ambiente y Obras Públicas dieron a conocer una Agenda del Agua enfocada en resguardar la seguridad hídrica del país a través de 3 líneas de acción: asegurar acceso universal y equitativo al agua potable; usar aguas grises en agricultura y cambiar estándares de emisarios submarinos; y desarrollar plataformas con información sobre el agua. La agenda busca, también, restructurar la actual gobernanza y gestión del agua al implementar los Consejos de Cuenca.

El llamado a los gobiernos en esta conferencia internacional fue a poner el acelerador con compromisos ambiciosos, pero no es tan claro que esta agenda movilice la acción pública y privada con la urgencia necesaria para resguardar la seguridad hídrica de Chile en los próximos años.

Sobre el acceso al agua y saneamiento, según el CPI, el país es el único de Latam que tiene un 100% de cobertura urbana de agua potable. El énfasis entonces en la utilización de los recursos comprometidos está realmente en cerrar la brecha existente en el abastecimiento de zonas rurales que, según la Mesa Agua y Medio Ambiente, alcanza hoy el 47,2% de la población rural del país. Más que seguridad hídrica, cerrar esta brecha es un asunto de justicia social.

En cuanto a las aguas grises, se busca eliminar la actual prohibición de utilizarlas en riego de frutas y hortalizas que crecen a ras de suelo y que suelen ser consumidas crudas, pues hoy con tratamiento adecuado éstas pueden ser utilizadas en riego de jardines o descargas de aparatos sanitarios, riego de áreas verdes o campos deportivos, usos industriales no alimenticios y usos ambientales como mantención de humedales. Ahora bien, estimando que el agua gris reemplace el 25% del consumo de agua potable domiciliario, tendríamos ahorros en el consumo del orden del 0.25% del total de agua potable residencial, cifra bastante marginal para alcanzar la seguridad hídrica. Mucho más relevante es avanzar en el cambio de estándares de los emisarios submarinos pues todavía en el país cerca de 22% de estas aguas servidas son vertidas al mar (más de 8,4 m3/s).

Pero ¿y el agua potable? La Agenda del Agua responde a esta pregunta con los Consejos de Cuenca, los que debieran mejorar la planificación, gestión y distribución del agua continental disponible buscando implementar lo que la Ministra Rojas denominó «soluciones locales». La idea es que cada Consejo de Cuenca evalúe las distintas alternativas con que cuentan para reducir el déficit hídrico que enfrentan. Por ejemplo, cuencas que según un reciente informe del Comité Científico de Cambio Climático presentan brechas hídricas altas (del 824% al 43%) debieran procurar soluciones como la instalación de plantas desalinizadoras de agua de mar que aporten en forma urgente nuevos recursos a la oferta para no limitar su desarrollo económico. Y cuencas que presentan brechas hídricas medias (entre el 40% y el 21%) debieran evaluar alternativas que les permitan reordenar la oferta y demanda, asignando prioridades de uso y mejorando la eficiencia hídrica.

Sin embargo, la búsqueda de estas soluciones locales puede demorar demasiado. Los Consejos de Cuenca tardarán años en instalarse y los proyectos de reúso y desalinización de agua de mar carecen de una regulación que les permita implementarse antes de 6 años. El urgente llamado a la acción decidida brilla por su ausencia en esta Agenda del Agua. Es difícil pensar que podremos acelerar el cambio para resguardar la seguridad hídrica de nuestro país sin una acción más decidida del Estado en entregar las herramientas jurídicas y financieras que permitan el desarrollo de proyectos de reúso y desalinización, pues el factor de aceleración de cualquier Agenda del Agua no puede ser otro que la inversión de capital en las propias soluciones que se plantean realizar.