Diario Financiero

Plantas desaladoras se expanden por Latinoamérica con foco en consumo humano

En Perú se invertirán US$ 100 millones en dos unidades que estarán operativas entre 2024 y 2025. En Argentina se están adaptando a mayor salinidad de algunos ríos que abastecen cercanías a la capital.

Aunque en el siglo pasado era difícil pensar en beber agua del mar, la idea está tomando fuerza en varias partes de Latinoamérica gracias a la desalación.

Con más de 435 plantas, México lidera esta carrera por el abastecimiento hídrico en la región. De ellas, más de 120 están ubicadas en el turístico estado de Quintana Roo -donde está Cancún-, mientras que más de 70 están en Baja California Sur, según datos del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.

Argentina, Chile y Perú se han sumado a la apuesta tras el efecto del cambio climático, que en la práctica ha implicado, por ejemplo, largas sequías.

Chile es uno de los más afectados, con 13 años de déficit en precipitaciones lo que ha llevado a encender el alerta ante posible racionamiento de consumo residencial en la capital. Y, aunque hay regiones en las que el abastecimiento a través de agua de mar ha tomado protagonismo -como en Antofagasta y Atacama-, los proyectos que se han estado construyendo están más relacionados con la minería.

Proyectos en Perú

En Sudamérica, Chile lidera la carrera por la desalación con más de 10 plantas y se prevén 15 más para 2028.

A nivel de consumo humano, las inversiones se han concentrado en Antofagasta, donde la sanitaria local prevé comenzar la ampliación de una unidad en el segundo trimestre, lo que permitirá que la urbe sea abastecida en 100% con agua de mar.

En Perú, el principal foco de estas plantas es el consumo humano. Según Richard Acosta, gerente general de la estatal Sedapal (Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima), existen dos proyectos de desalación que beneficiarán a más de 800.000 habitantes.

Uno de ellos se ubicará al norte de la ciudad y otro hacia el sur, en el distrito de Lurín. Cerca de este lugar, ya está instalada la primera planta desaladora, Provisur, que beneficia a unos 100 mil habitantes. «Estamos hablando de plantas del orden de 450 litros por segundo y unos US$ 100 millones en inversión», comentó Acosta. Lo que busca la estatal es cubrir el acceso a este servicio básico en 21 de los 46 distritos.

Argentina

Aguas Bonaerenses (ABSA) es la estatal que está impulsando proyectos en la capital de Argentina. Actualmente, la firma cuenta con 10 plantas de ósmosis inversa, tecnología que permite eliminar la salinidad del agua. La sanitaria ya abastece a unos 115 mil habitantes.

De acuerdo con fuentes cercanas a la firma, existen proyectos de este tipo, especialmente cerca del río Paraná, porque es donde el agua para consumo humano desde hace unos años está mostrando alta salinidad, por su conexión con el océano. Aunque la firma ya tenía plantas ahí para extraer el recurso, hay que adaptarlas a las condiciones actuales.