Sequía en Magallanes
Rafael Palacios, Vicepresidente Ejecutivo de la Asociación Chilena de Desalinización, publicó una Carta al Director en El Mercurio de Santiago refiriéndose a la situación hídrica en el extremo sur del país.
Foto: Agencia Uno
Señor Director:
El 2022 cayeron 193 milímetros de agua en Punta Arenas, o sea, la mitad de los 390 milímetros que representan el ‘año normal’ de dicha ciudad para la Dirección Meteorológica de Chile. Laguna Blanca, un lago natural que además de mantener la flora y fauna de su ecosistema, sustenta una serie de producciones ganaderas a su alrededor, literalmente se hizo polvo, pues Magallanes padeció el año más seco en, por lo menos, 50 años.
Mientras algunos abogan por transportar agua desde el sur de Chile, donde afirman que existiría una supuesta abundancia del recurso, el Ministerio de Agricultura declara la Región de Magallanes como Zona de Emergencia Agrícola por la crisis hídrica y se coordinan una serie de ayudas reactivas por parte de Indap a los pequeños agricultores.
La paradoja es que en Magallanes sí abunda el agua, al igual que en todo el resto del país. La región tiene al menos 80 kilómetros de costa, desde donde se podrían abastecer ciudades, poblaciones rurales, actividades agrícolas y ganaderas e industriales, como el hidrógeno verde, además de reponer acuíferos y ecosistemas afectados a través de la desalinización.
Mientras en Israel vuelven a llenar el Mar de Galilea con agua desalinizada del Mediterráneo, abasteciendo a Jordania en el camino, en Chile continuamos resolviendo gobernanzas para administrar la escasez.